dijous, 14 de novembre del 2013

Juzgando los Libros por su Portada


Las portadas de cualquier tomo manga son una parte importante para cualquier coleccionista y la carta de presentación de la obra, de ahí que en la actualidad se cuiden bastante estos aspectos, en la reedición de Full Metal Alchemist una obra que de no ser por su elevado precio probablemente muchos de nosotros ya la tendríamos entre las manos, tiene unas portadas satinadas y una sobrecubierta plastificada haciendo que la obra quede no solo vistosa, sino diferente y original.

Otra de las portadas que a mí más me gusta y con eso volvemos a recoger una kanzenban es El Guerrero Samurái Kenshin, sus portadas antes de Glénat, también EDT y finalmente Planeta, tienen un tacto rugoso y una serigrafía que vista a  trasluz destella con tonos plateados y medio dorados, sin contar el dibujo que de por si llama la atención.



El Kanzenban de Fushigi Yugi también tiene mucho a su favor, es colorido, con dibujos bien realizados, y tiene un aire elegante, sin duda la obra completa junta (Yo dispongo de ella en Catalán) queda muy bien en la estantería, aunque no encuentro que los volúmenes tan grandes sean prácticos para leer, eso incluye a los volúmenes de Ranma por ejemplo.

Pero no todas las portadas por desgracia son tan llamativas, vistosas o un diez en un ranquin, hay otras que sin duda hacen que no le prestes la atención que se merece la obra, quizás por el formato o quizás por lo poco que se expresa con sus portadas, ahora daremos unos ejemplos, pero antes quería hacer hincapié en lo poco  o mucho de las expresiones de una obra con sus portadas, hay obras que si no las compras a medida que avanzan y prefieres esperar a que finalicen para realizar la compra, con algunas puedes ver como las ganas se van marchitando, dado que viendo las portadas de los tomos vas viendo la propia obra.  En muchas el tomo final es la protagonista vestida de novia, o la pareja de la mano, o incluso el protagonista herido…, puestas las portadas una junto a otra… por ejemplo en Marmleade Boy Kanzenban, o Love Hina, vemos el inicio, un desenlace y un final. 



Volviendo a ejemplos de portadas que no hacen justicia a los manga a los que representa, X de Clamp, Nana o Cazadora de Espíritus, las portadas demasiado diseñadas con ordenador creo que no solo pierden encanto sino que no reflejan lo que buscamos en un Manga, que son los trazos de el autor, una historia bien contada y dibujada.

Entiendo que en Japón donde hay tanta variedad, deban de buscar formulas para destacar entre el sector y llamar la atención, y sin duda lo consiguen aunque quizás no de la forma esperada

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